Cuantas veces habremos oído la frase: «en cuanto tenga tiempo quedamos» o «lo siento pero no pude verlo, no tuve tiempo :(«. La verdad es que más de las necesarias. Y aunque la mayoría de las veces pensamos que es una simple excusa, cuando esas palabras salen de nuestra boca no parecen tan irreales…ironía, paradoja o simplemente realidad… Sea como sea, lo que sí que es seguro es que en nuestra sociedad el tiempo es un bien de lujo, tanto para disfrute propio como ajeno. Puede que al escribir esto en un periodo de mi vida agobiante (2º de Bachillerado de ciencias de la salud, con la maldita selectividad pisándonos los talones) esté exagerando un poco, pero a rasgos generales creo que lo que voy a decir es todo cierto.
¿Os habéis parado a pensar si disfrutáis de vuestro tiempo libre solos? Seguramente no porque queremos pensar que sí, pero por desgracia la mayoría de las veces no es así, me explico. En mi opinión sólo disfrutamos de nuestro tiempo libre cuando somos muy pequeños o muy mayores, ya que el resto de nuestras vidas, salvo algunos momentos, estamos tan ajetreados que únicamente los apreciamos en el momento que ocurren. Todo empieza bien cuando inocentemente acabas 6º de primaria pensando que el instituto va a ser lo mismo con más compañeros. Sin embargo, el cambio que produce 1º de la ESO en la mayoría de los niños atrae consigo el peor mal que la sociedad ha creado , el ESTRÉS. Si no se te daban muy bien las matemáticas recordarás esas tardes de sufrimiento antes del examen, al igual que te podía pasar si la física en 3º te resultaba imposible. Evidentemente este estrés y esta falta de tiempo son insignificantes comparado con lo que le es`pera al pobre estudiante.
Para mí, uno de los años más críticos es 1º de Bachillerato (dependiendo siempre de la opción que escojas). Todo te resulta nuevo, lo que estudias con anterioridad te parece una simple ridiculez comparado con los objetivos académicos de ese año (a mi parecer un poco inversibles, pero eso ya es otro tema que trataré otro día). Y por primera vez (al menos en mi caso) necesitas la ayuda de las «queridas» clases particulares. No es extraño que digan que simplemente con esfuerzo y trabajo puedas sacar el curso pero se les olvida decir que no con una nota suficiente como para acceder a esa carrera que tiene la nota de corte por las nubes. En fin, misterios de la vida o simples bromas del destino consigues pasar con una nota decente al curso en el que un servidor se encuentra.
Lo que más me sorprendió de 2º de Bachillerato fue la reacción de los profesores: los «comprensivos», por llamarlos de alguna manera, que se compadecen de lo mal que lo vamos a pasar en este curso (primera preocupación), por otro lado los rudos se quejan de lo que nos vamos a quejar (segunda preocupación). No sabes a quien hacer caso: si a unos, a otros, o a tus queridos amigos mayores que han pasado ya por ese curso y que disfrutan de tu cara de sufrimiento cuando te relatan lo mal que lo pasaron ellos. Todo esto en los primeros días del curso es para tenerlo en cuenta. Aunque por desgracia simplemente es el principio. Cuando has pasado el primer trimestre es cuando realmente empieza el apocalipsis de la vida social y el apogeo del estrés. Obtienes los primeros resultados, que no suelen corresponder al tiempo que has pasado estudiando (frustración), empiezas a preocuparte por tu nota y esa dichosa carrera que parece imposible, contratas clases particulares para poder subir la nota, empiezas a temer que algún profesor no dé el temario necesario para poder presentarse a la selectividad con seguridad, etc, etc, etc…
Permitidme que me detenga en este punto, ya que me gustaría realizar un recalco de la situación. Si los cálculos no me fallan, simplemente con una clase al día de aproximadamente una hora de duración, los estudiantes trabajan: 6 horas lectivas en el instituto, una hora de clases particulares si no son más, tres horas de estudio recomendado por los expertos en la materia (media hora por cada asignatura) =10 horas, desde las 8:30 de la mañana hasta las 20:30 con los correspondientes descansos para las comidas. Es decir, que sin tener ningún deporte o hobbie los estudiantes acaban a las nueve de la noche cenados y con todas las tareas hechas. Dicho de otro modo: tienen tiempo libre para su disfrute en las últimas horas del día, casualmente cuando más cansados están. Un dato a tener en cuenta :).
Continuando con el tema principal que me ocupaba, no hace falta saber que durante ese curso todo ese estrés y esa falta de tiempo van en aumento hasta que se acaba la selectividad, momento en el que tienes que pensar en tu futuro. Y rezar por que la carrera en la que vas a entrar no sea peor que lo que acabas de pasar. En resumidas cuentas, en un periodo como la adolescencia y la juventud de los 20, el estrés y la falta de tiempo son dominantes en nuestras vidas, y sin darnos cuenta deseamos de nuestros ratos de ocio, ya sean solos, en compañía de amig@s y novi@s.
Mi reflexión es la siguiente: hay dos maneras de tomarse esta situación:
1 – Que la situación sea la que te domine y acabes calvo y sin saber divertirte ni apreciar la gente que es realmente especial en tu vida.
2- Tú eres el que llevas las riendas de todo esto, sabes administrarte el tiempo, no vives preso de una carrera y consigues fortalecer aún más las amistades ya formadas y creas otras nuevas sorprendentes.
Yo aunque vivía de la primera manera he conseguido pasarme a la segunda manera, y no hay comparación. Mi recomendación y mi opinión es: sed los propios amos de vuestra vida, tomaros las cosas con calma, tranquilizaros antes de tomar las decisiones y recordad que los problemas (que no sean económicos) solo existen en nuestra cabeza y depende de nosotros su existencia.
Saludos de un Najac 🙂
Contenedor de Océanos 
Que grande eres, Dani
Un abrazo